-¡Hola, cariño!-Emma levantó la vista del libro, sorprendida.
-¡Mamá! ¿No volvías mañana?-musitó mientras su madre, Gillian, la ahogaba en un abrazo con tacto a seda y olor a miel. Inspiró aquel aroma que la transportaba a su más tierna infancia, cuando su madre todavía la despertaba cada mañana.
-Es que hay otro congreso mañana en Los Ángeles, y si me quedaba un día más en Munich las fechas no me cuadraban. Este congreso durará una semana-añadió la mujer, entusiasmada. Emma puso cara de malas pulgas.
-Creía que venías para quedarte un tiempo en casa-murmuró con cierto deje de amargura e hizo ademán de volver al libro, pero su madre se lo arrebató de las manos.
-Estaba pensando que a lo mejor te apetecía venir conmigo... no podríamos ver mucho la ciudad pero las conferencias serán muy interesantes-afirmó.-Sólo si quieres y puedes, claro... no quiero interferir en tu vida.
Gillian se sentó junto a su hija y observó el reflejo de las dos en el espejo que cubría toda la pared frente a la mesa del comedor. Parecerían gemelas si no fuera porque una iba con vaqueros rotos y una camiseta de Oxford tamaño XXL y la otra con un elegante traje de falda y chaqueta con tacones y una camisa de seda de color rojo amapola. Ambas suspiraron.
-¿Es otra de esas reuniones sobre el calendario maya y el fin del mundo, ¿cierto?-preguntó finalmente Emma. Su madre asintió tras un instante de vacilación.-No creo que me vaya a gustar.
-Lo comprendo-Gillian se puso en pie intentando disimular la tristeza que de repente llenaba todo su ser.-Esta noche la pasaré aquí y salgo mañana temprano. ¿Hacemos tarta de chocolate?-agregó como si tal cosa, sonriente como una muñeca. Emma se rió.
-¡Tanto cuidar la línea y seguir una dieta cuidadosamente planeada y luego llegas a casa y lo primero que haces es preparar una de esas tartas hipercalóricas!-colocó el marcapáginas y dejó el libro sobre la mesa.
-¿Eso es que te apuntas?-preguntó Gillian, impaciente. Emma se levantó y asintió sonriente. Madre e hija se cogieron las manos y se dirigieron a toda prisa hacia la enorme cocina.
MEGUJTA. Quiero más, Frida, MAAAAAAAAAAAAAAS.
ResponderEliminar*me gusta*... lo cual es raro en mi, pero ME GUSTA!
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